Los ángeles en la cultura occidental

Los ángeles en la cultura occidental

27 abril, 2018 Desactivado Por parejaamor

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Los ángeles han estado con nosotros durante mucho tiempo
Los ángeles y los seres de tipo angélico han sido reconocidos por los humanos desde los albores de la civilización. El arquetipo de comunicación entre los mortales y las formas de tipo divino, angélico o angelical existe en casi todas las religiones y culturas.

Aparecen como presagios de la muerte, o para anunciar acontecimientos alegres y profundos. Traen destrucción catastrófica y protegen a los niños pequeños mientras duermen. Los ángeles han aparecido como ruedas de fuego, hermosos seres humanos o monstruos. Los ángeles han sido retratados en el arte antiguo y en películas populares, canciones y brazaletes. Protectores y destructores, los ángeles son hermosos y maravillosos, profundos y tan simples como la fe de un niño.
Ángeles Antiguos
Los arqueólogos han desenterrado altares dedicados a ángeles guardianes alados en Irak, en lo que antes era Sumeria, que data del año 3.000 a.C. Las viejas historias se remontan aún más lejos. La idea de la existencia de seres sobrenaturales y brillantes es anterior al concepto de un Dios monoteísta.

Todas las principales religiones occidentales mencionan a los ángeles.

La antigua fe zoroastriana tenía ángeles guardianes llamados Fravashi y mencionaba una gran batalla entre ángeles del bien y ángeles del mal. Y no sólo el Islam, el judaísmo y la fe cristiana presentan ángeles, sino que mencionan a los arcángeles Miguel y Gabriel (o Jibril) por su nombre.

Los ángeles vienen en todos los temperamentos y tipos. Han aparecido como ruedas de fuego y como gigantes con caras brillantes y ojos brillantes. Asistieron en la Creación y más tarde destruyeron ciudades y pueblos. Lucifer, la Estrella de la Mañana, dijo que era el favorito de Dios, cayó en desgracia para convertirse en el Príncipe de las Tinieblas cuando se puso celoso de la creación favorita de Dios: la humanidad.

Y fue un ángel quien escoltó a Adán y Eva fuera del Edén. Un ángel visitó a María para anunciar la venida de Jesús y más tarde consoló a Jesús en el Huerto de Getsemaní. Un ángel (Jibril) dictó el Corán a Mahoma.

Ángeles Antiguos
Si bien puede ser imposible definir la existencia de los ángeles, o el momento en la historia en que tales seres se convirtieron en lo que pensamos que son ángeles, los seres mensajeros radiantes enviados por Dios han tenido un lugar en las religiones y sistemas de creencias de la cultura occidental durante mucho tiempo.

Antes del año 200 a.C., el concepto hebreo de Dios era de naturaleza dualista. En general, la religión occidental moderna considera a Dios como una deidad benevolente equiparada con el amor y la misericordia. Pero en Isaías 45:7, Dios dice: “Yo hago la paz y creo el mal”, mostrando un papel como creador y destructor muy parecido al de la Shiva hindú y el Quetzalcóatl azteca. Zoroastro, un profeta persa, separó el Bien y el Mal como fuerzas de oposición hace 3500 años. Alrededor del año 200 a.C., los hebreos cambiaron de un Dios dualista a un Dios de bondad y misericordia. Pero los ángeles ocurrieron en la tradición judía alrededor del 450 a.C., después de que el pueblo hebreo abandonó Babilonia, trayendo consigo la creencia en los ángeles.
Formas angélicas en la cultura occidental
En la antigüedad, el tipo angélico apareció en varias formas. Isis, la deidad alada de Egipto, tiene cualidades angélicas obvias, mientras que Horus, el disco alado, se asemeja a un miembro de la hueste angélica llamado Tronos, o ruedas de fuego.

El griego Hermes y el romano Mercurio lucían alas y era conocido como el mensajero de los dioses.

El sufijo angélico “el” significa “el resplandeciente” en sumerio. Babilonia usó el sufijo similar’ellu’, al igual que el galés antiguo que significa’ser brillante’. En inglés y anglosajón,’elf’ se refiere a un ser brillante o radiante. ¿Es una coincidencia que los finales de nombres tan lejanos sean tan similares.

Miguel, Gabriel (o Jibril), Rafael, Uriel, Remiel y otros arcángeles nombrados, todos ellos el sufijo multicultural’resplandeciente’, al igual que la palabra ángel.